La noche más mágica del año nos regaló una temperatura espléndida para estar en el parque hasta bien tarde. Un buen montón de familias y grupos de amigos bajaron hasta la Plaza Elíptica para compartir cena y fiesta. Antes de quemar nuestra particular meiga, cuya cabeza quería escapar del fuego, escribimos los deseos, les pusimos sal para ahuyentar los malos espíritus y los echamos al fuego para que se purificaran y se cumpliesen.
Leímos el conxuro para quemar el aguardiente "purificador" y repartimos litros de buena y calentita queimada entre los vecinos/as.
Y la fiesta tenía que terminar bailando y cantando para lo que contamos con la ayuda del dúo "Ana y Suso".
Desde aquí queremos dar las gracias a todos los que nos ayudaron en la realización de esta fiesta y a los que contribuyeron a recoger y limpiar (aunque algunos otros se dedicarán una vez desierta la Plaza a esparcir lo recogido dejando el lamentable aspecto que presentaba a primeras horas de la mañana siguiente).
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